«Los socios del proyecto decidieron corregir los plazos del primer lanzamiento», anunció la corporación espacial rusa este viernes, y puntualizó que se trata de una decisión de carácter técnico, que refleja el enfoque equilibrado de las partes, orientadas a la fiabilidad, seguridad y buen funcionamiento a largo plazo del complejo en construcción.
El comunicado señala que tanto en el cohete Soyuz-5 como en la infraestructura del sitio de lanzamiento «se ha implementado toda una serie de nuevas soluciones de ingeniería y tecnológicas», en configuraciones inéditas hasta la fecha.
Los especialistas están llevando a cabo un programa ampliado de ensayos para comprobar la fiabilidad de todos los sistemas del cohete y elementos del complejo de lanzamiento, agrega la nota.
El subdirector de Roscosmos para proyectos de cohetes, Dmitri Baránov, declaró que se tomó la decisión de «realizar pruebas adicionales de sistemas de a bordo y equipos terrestres».
Según la corporación espacial rusa, «la fecha del lanzamiento se definirá por acuerdo entre los socios del programa una vez que hayan finalizado todos los procesos previstos».
El cohete mediano Soyuz-5 fue diseñado para elevar cargas útiles de hasta 17 toneladas a órbitas circulares bajas. El desarrollo del nuevo portador corre a cargo de Rusia, mientras Kazajstán se encarga de modernizar en el contexto del proyecto conjunto Bayterek el sitio de lanzamiento que se utilizó anteriormente para los cohetes Zenit.
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