El Ministerio de Ambiente y Energía informó en un boletín que el país conformará el Organismo de Implementación del Programa Nuclear (Nepiu), cuya puesta en marcha está prevista para el primer trimestre de 2026, como requisito del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

Según la nota oficial, el Nepiu será el espacio que reunirá a todas las entidades del Estado vinculadas al desarrollo nuclear y tendrá a su cargo la conducción técnica del proceso hasta la eventual operación de un primer reactor nuclear ecuatoriano en un horizonte de 10 años.

La creación del organismo forma parte del denominado Milestone Approach del OIEA, un marco que establece etapas obligatorias para los países que deciden incorporar la energía nuclear, y busca asegurar una implementación ordenada, progresiva y con énfasis en la seguridad.

El gobierno de Ecuador afirmó que mantiene una cooperación técnica activa con el OIEA, que incluye asistencia especializada y capacitación, y que ha despertado el interés de países y empresas del sector nuclear, de acuerdo con la cartera de Estado.

Asimismo, Ecuador señaló que el programa permitirá evaluar a mediano y largo plazo el uso de tecnologías nucleares para generación eléctrica limpia y estable, incluidos reactores modulares, como complemento a la matriz energética nacional.

En esta nación sudamericana la mayor parte de la generación de energía proviene de centrales hidroeléctricas, aunque existe un parque térmico que estuvo abandonado y no cubrió la demanda en momentos de falta de lluvias.

El país atravesó en 2024 una crisis energética con apagones de hasta 14 horas diarias y los contratos

Las autoridades del sector aseguraron buscar alternativas para aumentar la capacidad de generación, sin embargo, los contratos firmados por empresas públicas dejaron perjuicios millonarios para el Estado y aún no se han concretado.

La legisladora de oposición Verónica Iñiguez advirtió que proponer energía nuclear sin poder gestionar siquiera una termoeléctrica es irresponsable y peligroso”.

“Mientras el debate científico sobre tratamiento y almacenamiento seguro de basura nuclear carece de una solución universal clara y consensuada, señalar que un Gobierno incapaz de administrar bien sus propios recursos desplegaría con seguridad una política nuclear es una crítica con sustento técnico y social”, alertó la asambleísta.

mem/avr