El consumo de alcohol es responsable de 1 de cada 11 muertes en la región, señala la organización, al destacar que ninguna otra sustancia psicoactiva está vinculada con una mortalidad tan elevada.
Expertos de la OMS explican que esas muertes ocurren en accidentes de tránsito, autolesiones y enfermedades crónicas, y subrayaron la urgencia de políticas públicas más estrictas para reducir el acceso y la promoción de bebidas alcohólicas.
Como ejemplo de medidas efectivas, la organización citó el caso de Rusia, que redujo el consumo en un 43% durante la última década tras implementar restricciones horarias a la venta.
La OMS insta a los gobiernos europeos a priorizar estrategias de prevención, regulación de la publicidad y aumento de impuestos, con el fin de alcanzar las metas globales de reducción del daño asociado al alcohol.
Por su parte, especialistas enfatizan que, pese a algunos avances, el alto consumo sigue siendo un grave problema de salud pública que requiere acciones integrales y coordinadas en toda la región.
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