Payasos, viudas, damas tapadas, monjas, diablos y personajes de leyendas quiteñas como Cantuña, el Padre Almeida o la Mama Lucha coparon las calles de la ciudad este domingo 28 de diciembre entre caretas multicolores, rótulos con frases quiteñas y piropos lanzados al público.
El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, destacó que la recuperación de esta celebración nació desde los barrios y responde a la necesidad de reencontrarse como ciudad en espacios de convivencia.
El Día de los Santos Inocentes tiene un origen religioso vinculado al relato bíblico de la muerte de niños ordenada por el rey Herodes, y con el tiempo se transformó en una expresión cultural asociada a la sátira, las bromas y la jocosidad entre vecinos.

La celebración en la capital ecuatoriana combinó, como cada años, bromas públicas, sátira política y manifestaciones artísticas populares.
El desfile cerró con presentaciones musicales en el contexto de una tradición que sigue viva en la memoria y en las calles del Centro Histórico de Quito.
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