Cierra supermercado emblemático en Argentina; genera preocupación

Buenos Aires, 29 dic (Prensa Latina) El cierre definitivo del supermercado Easy La Tablada, una de las sucursales más emblemáticas del Gran Buenos Aires, suscita hoy preocupación, incluido en el público, y es otra señal recesiva de la economía argentina.

Pero Easy no es el único afectado por el desplome del consumo que echaron por tierras las ventas y han hecho quebrar a cientos de comercios en todo el país, también otras cadenas históricas están cerrando persianas y dejando empleados sin sustento, como Vea, Yaguar, Ecomar y Frávega.

Semanas atrás la cadena Coto, otra de las emblemáticas, cerró su sucursal de la calle Perón y Junín, en la barriada porteña de Balvanera.

A la marcada baja de las ventas se suma el aumento de los costos operativos y una reconfiguración forzada del negocio en todo el país.

El medio Urgente24 reseña que durante tres décadas Easy La Tablada fue mucho más que un local comercial. Ubicado en un punto estratégico de La Matanza, sobre Camino de Cintura y la emblemática rotonda, funcionó como referencia para familias, comerciantes y trabajadores de la construcción.

Hoy, ese predio colosal quedó vacío, y con él se fue una postal clásica del conurbano bonaerense, describe.

Según datos aportados por el Sindicato de Empleados y Obreros de Comercio de Zona Oeste, el supermercado registró una caída sostenida de ventas del 30 al 50 por ciento en los últimos dos años de gobierno neoliberal de Javier Milei.

A eso se sumaron alquileres elevados, costos de mantenimiento difíciles de sostener y un esquema operativo que dejó de ser rentable.

El problema no es exclusivo de una cadena ni de una zona puntual. La pérdida del poder adquisitivo de la población en general achicó el consumo, redujo compras grandes y obligó a los consumidores a priorizar lo esencial.

Las estadísticas oficiales acompañan el clima de preocupación. Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censo, las ventas en supermercados acumulan seis meses consecutivos de caída. El retroceso intermensual fue del 0,2 por ciento, mientras que el canal mayorista mostró una contracción mucho más fuerte, del 5,2 por ciento, la peor del año.

Estos números reflejan una tendencia clara: Cierra el año y el consumo masivo no logra repuntar, y el ajuste se siente tanto en los hogares como en las empresas. A eso se suma el incremento sostenido de los alquileres comerciales, uno de los costos que más presiona sobre la rentabilidad de los locales.

jha/mh

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