En un comunicado, los relatores especiales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aseveraron que a todas las personas, incluidas aquellas privadas de la libertad, se les debe garantizar el acceso a una atención médica adecuada y cuestionaron las restricciones impuestas por el Gobierno británico a las movilizaciones en solidaridad con Palestina.
Además, alertaron que en el segundo mes de protesta la salud de los detenidos se deterioró de forma significativa y se encuentran en riesgo crítico de sufrir complicaciones graves como fallo orgánico, daños neurológicos irreversibles, arritmias cardíacas e incluso la muerte.
Señalaron también que los huelguistas se enfrentan a retrasos en la atención, uso excesivo de sujeciones durante tratamientos hospitalarios, limitaciones al contacto con familiares y abogados, y la falta de supervisión médica independiente constante, especialmente en casos de quienes poseen condiciones de salud preexistentes.
“Esto plantea serias dudas sobre el cumplimiento de las leyes internacionales de los derechos humanos, incluidas las obligaciones de proteger la vida y prevenir tratos crueles, inhumanos o degradantes”, afirmaron.
Los expertos cuestionaron el uso por Reino Unido de marcos antiterroristas contra actos de protesta política y expresaron su preocupación por proscripción de la red británica Palestine Action, así como por las detenciones y cargos derivados del presunto apoyo a ese grupo.
“Las muertes evitables bajo custodia nunca son aceptables. El Estado es plenamente responsable de la vida y el bienestar de las personas detenidas”, concluyeron.
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