El organismo señaló que las instalaciones sanitarias y escolares están siendo saqueadas por grupos armados, lo que pone en peligro el acceso a la atención médica y la educación de miles de personas.
Precisó que desde el anuncio de la retirada de los rebeldes de la Alianza del Río Congo-Movimiento 23 de Marzo (AFC/M23) de la ciudad, el 17 de diciembre, la situación de seguridad continúa siendo precaria, fundamentalmente a lo largo del eje Uvira-Fizi, donde se mantienen los continuos combates.
La OCHA alertó que esta persistente inseguridad se produce en un momento en que los territorios de Fizi y Uvira se enfrentan a un rebrote de casos de cólera, por lo que las acciones sobre los centros de salud afectan mucho más la respuesta sanitaria.
Uvira fue ocupada por la AFC/M23 el pasado 10 de diciembre y luego de fuertes presiones internacionales los insurgentes anunciaron su retirada; sin embargo, el Gobierno de RDC consideró que en realidad se produjo un repliegue táctico para aliviar las tensiones, mientras se preparan para continuar con la ofensiva.
La población civil es la más afectada con esta nueva escalada, pues debido a los bombardeos y la violencia miles de personas se han desplazado hacia otros territorios e incluso hacia Burundi.
Se calcula que alrededor de 500 mil personas abandonaron sus hogares en Kivu Sur desde el 2 de diciembre.
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