En un año en el cual las ayudas familiares sobrepasarán los 10 mil millones de dólares, los medios destacan su gran aporte a la economía local al favorecer a un alto por ciento de la población.
Estimados de 2024-2025 aseguran que más de 1.5 a 1.6 millones de personas, o aproximadamente el 25-26 por ciento de la población, reciben este apoyo vital, siendo un pilar económico que cubre necesidades básicas como alimentos, educación y vivienda,.
Solo un 3.5 por ciento de los hogares receptores de remesas se encuentran en pobreza extrema, señaló una reseña del diario El Mundo.
Un análisis del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de noviembre precisó que la mayor parte de las remesas se destina a hogares que no son pobres, pero que, si no recibieran estos ingresos, podrían serlo.
El informe citado por El Mundo señala que el 80 por ciento del total de remesas en Guatemala llega a hogares que no viven en pobreza, un porcentaje que sube a 90 por ciento en El Salvador, República Dominicana y Colombia.
En el caso de El Salvador, 116 mil 201 personas en pobreza extrema pasan a no pobres gracias a las remesas, mientras que 80 mil 262 salen de pobreza extrema a relativa, mientras 173 mil 254 pasan de pobreza relativa a no pobres.
En el país en pobreza extrema se encuentran quienes no tienen suficientes recursos para una canasta básica alimentaria (CBA) simple, y en pobreza relativa quienes no alcanzan para una CBA ampliada (dos CBA).
El estudio precisó que el 20.5 por ciento de los hogares que reciben remesas no son pobres, frente a un 11.5 que se encuentran en el umbral de pobreza relativa y un 3.5 en pobreza extrema.
El documento de la multilateral asevera que las remesas son un músculo clave en las economías de la región y que llegan a representar un 27.3 por ciento del producto interno bruto (PIB) de El Salvador, el tercer país de mayor dependencia de estos ingresos en América Latina cuando al menos 2.2. millones de personas alguna vez en el año recibieron estas ayudas.
mem/lb





