Desde la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio en 2010, el intercambio bilateral muestra un crecimiento sostenido, mientras las cifras, la diversificación de productos y la estabilidad institucional explican por qué este vínculo se volvió estratégico, añadió el diario.

El acuerdo –opina El Mundo- permitió reducir barreras arancelarias, dar certeza jurídica a los exportadores y establecer mecanismos de seguimiento permanente.

Los resultados de esos intercambios, según el periódico, concretaron una relación que ya no depende de coyunturas políticas, sino de reglas claras, confianza mutua y coordinación institucional constante.

El comercio bilateral –destaca El Mundo- alcanzó en 2024 un récord histórico de unos siete mil 760 millones de dólares, con un crecimiento de un 36 por ciento en apenas un año.

La balanza comercial, por su parte, fue favorable para el país centroamericano en unos mil millones de dólares, algo poco común en relaciones comerciales entre un país pequeño y grandes economías.

Este desempeño confirmó que China no es solo un gran mercado, sino un socio que compra productos costarricenses con alto valor agregado.

Según datos oficiales, China exporta a Costa Rica automóviles, teléfonos inteligentes, confecciones, pantallas de televisión, computadoras portátiles y productos de hierro; mientras, la nación centroamericana vende a la asiática circuitos integrados, instrumentos médicos, carne bovina, piña y café.

Solo entre enero y noviembre de 2025, el comercio bilateral sumó cinco mil 460 millones de dólares, lo cual confirma –destaca el diario- que el crecimiento estuvo lejos de ser un hecho aislado de 2024, sino una tendencia consolidada.

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