“Lo que nosotros tenemos que decir es que no estamos de acuerdo con las intervenciones, y menos militares. Esa es la Constitución en nuestro país y es lo que vamos a seguir defendiendo”, dijo la mandataria en respuesta a una pregunta sobre las presiones estadounidenses contra Caracas.
Al ser interrogada sobre si debería haber un llamado en la región para apoyar a Venezuela, la jefa del Ejecutivo consideró que “Naciones Unidas tiene que tomar un papel mucho más protagónico en estos casos”.
La combinación de ataques a embarcaciones supuestamente ligadas al narcotráfico y el atraco de buques petroleros cerca de las costas de Venezuela han intensificado la campaña de Washington en su guerra no declarada contra esa nación suramericana.
A ello se suma la presencia militar masiva en el área del Comando Sur, donde el país norteño emplazó buques de guerra, infantes de marina, aviones de combate y aviones espía, en un alarde de poderío.
Caracas ha denunciado que Trump asumió en sus redes sociales que el petróleo y otros recursos venezolanos son de su propiedad, y ratificó la soberanía sobre todas las riquezas naturales, así como el derecho a la libre navegación y el libre comercio.
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