El Parlamento japonés aprobó por unanimidad, a fines de noviembre, la supresión del impuesto de 25,1 yenes por litro, equivalente a 0,16 dólares, creado para financiar carreteras.
Según la corporación japonesa de medios de prensa NHK, la aplicación de este proyecto de ley servirá para preparar también la retirada del impuesto provisional al diésel, desde el 1 de abril de 2026.
Con tal de evitar una caída brusca en los precios, el gobierno incrementó los subsidios a las refinerías en las últimas semanas.
La pérdida de ingresos estimada por la supresión de ambos gravámenes asciende a 1,5 billones de yenes (unos tres mil 825 millones de dólares al año).
Esta medida integra un programa de estímulo de 21,3 billones de yenes (aproximadamente 136 mil 350 millones de dólares), aprobado el 21 de noviembre.
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