En declaraciones a la agencia de noticias Safa, el funcionario explicó que cinco personas fueron diagnosticadas en el sur del enclave costero, cuatro de las cuales están en cuidados intensivos.
Tras la ola de inundaciones de noviembre, como resultado de las fuertes lluvias, la bacteria pasó de la orina de las ratas infectadas al agua, explicó.
Zaqout señaló que los síntomas más importantes son fiebre repentina e intensa, fatiga ósea y, cuando la enfermedad progresa, aparece una coloración amarillenta de la piel.
Aunque no es contagiosa, el ambiente en la Franja permite que un gran número de personas se infecten debido a la propagación de ratas en los campamentos de desplazados y la mezcla de aguas residuales con la lluvia, alertó.
Ante esa situación, pidió la entrada urgente de equipos de pruebas de laboratorio porque, dijo, el peligro de la enfermedad radica en la falta de detección temprana.
No tenemos suficiente experiencia en el diagnóstico, por lo cual informamos a la Organización Mundial de la Salud, indicó.
Esta semana, la Sociedad de la Media Luna Roja palestina advirtió sobre la propagación de la hepatitis A en Gaza como resultado de la contaminación del agua.
El director de programas de salud de ese organismo, Bashar Murad, explicó que alrededor del 80 por ciento de las redes de agua fueron destruidas durante la agresión israelí contra el territorio, iniciada en octubre de 2023.
Ante esa situación, las familias comenzaron a depender del transporte del líquido, pero pruebas de laboratorio de muestras de la misma revelaron que contenía virus y bacterias que causan gastroenteritis, detalló.
Señaló que en las zonas afectadas se está produciendo un brote generalizado de gastroenteritis e influenza, especialmente entre los niños, como consecuencia del hacinamiento, el frío extremo y la contaminación ambiental.
Hace unos meses, la ONG Oxfam advirtió que la tasa de enfermedades transmitidas por el agua en la Franja de Gaza experimentó un peligroso aumento que podría convertirse en un desastre mortal.
El bloqueo militar elevó de forma ostensible el número de epidemias en el territorio, subrayó.
Al respecto, reveló que las estadísticas de enfermedades transmitidas por el agua, como ictericia aguda y diarrea acuosa y sanguinolenta, aumentaron en más de 100 por ciento.
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