Un poco antes del mediodía de este martes (hora local), los rescatistas extrajeron el cuerpo -que se cree es del trabajador que permanecía desaparecido-, de debajo de unas vigas de acero colapsadas y otros escombros.

Con el último cadáver, el número de víctimas mortales sube a 23 trabajadores en la factoría del fabricante de baterías de litio Aricell en Hwaseong, otras ocho personas también resultaron heridas, dos de ellas de gravedad.

Todas las víctimas mortales fueron encontradas en el segundo piso del edificio, donde comenzó el incendio, mientras inspeccionaban y empaquetaban productos de baterías terminados.

La policía dijo que, entre las víctimas había 17 chinos, cinco surcoreanos y un laosiano, actualizando el recuento inicial de los bomberos, que habían dicho que solo dos de las víctimas eran surcoreanas.

Un equipo de policías, bomberos, trabajadores forenses y otros funcionarios gubernamentales empezó en esta jornada una investigación conjunta en el lugar del incendio para determinar la causa del accidente, considerado ya como uno de los peores ocurridos en plantas químicas del país.

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