Mientras la narrativa de la impunidad avanza de la mano del neoliberalismo salvaje, debemos organizarnos, resistir y mantener viva la llama de la memoria, aseveró esa organización en un mensaje divulgado en su perfil en la red social X.
Desde la dictadura y hasta mediados de los años 90, tuvimos que batallar contra el discurso hegemónico que consideraba a los menores como objetos. La Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, que incorporó expresamente el derecho a la identidad, constituyó un reconocimiento a la lucha de Abuelas, luego reflejado en la legislación local, apunta el texto.
Otro hito en la materia fue el acuerdo de solución amistosa entre nuestra asociación y el Estado argentino en 2009, por medio del cual nuestro país se comprometió a adoptar medidas para facilitar la restitución de la identidad, que representan una obligación que debe ser respetada y cumplida por los sucesivos gobiernos, incluido el actual, añade.
Asimismo, insiste en la necesidad de esclarecer el origen de los posibles hijos de los detenidos-desaparecidos durante la dictadura, pues también está en juego el derecho de sus familiares a encontrar a sus seres queridos y la verdad.
Se trata de un crimen de lesa humanidad que no puede quedar impune. La identidad es una responsabilidad del Estado. Si una persona está padeciendo la apropiación ocurrida en el marco del genocidio, ese delito no prescribe y hay que detenerlo, afirma el documento.
Frente al odio, al negacionismo, a la reivindicación a de la dictadura, al desfinanciamiento y a la destrucción de todas las instancias de garantía de derechos en el ámbito público, reafirmamos nuestro rechazo y nuestro llamamiento a la unidad y a la solidaridad de la ciudadanía, de las organizaciones sociales, políticas, culturales y de derechos humanos, asevera.
Además, insta a no bajar los brazos, defender la democracia y el valor de la verdad ante tanto agravio e infamia.
Tarde o temprano, sobrevendrá el momento de la reparación. Mientras tanto, no tengamos miedo ni caigamos en provocaciones. Sigamos reclamando lo nuestro, con amor y en paz, con los 30 mil detenidos-desaparecidos como bandera, y hasta la memoria, siempre, concluye.
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