En un llamado, el Centro de Coordinación Regional Árabe de la Federación Democrática Internacional de Mujeres, el Consejo Nacional y la Liga Para los Derechos denunciaron aquí los métodos de tortura cometidos por las autoridades israelíes contra los detenidos palestinos, incluidos golpes severos, hambre, violaciones y abusos.

Los colectivos subrayaron los peligrosos objetivos de la ocupación israelí, que «se resumen en tres opciones para el pueblo palestino: someterse a la tortura en las cárceles hasta la muerte, rendirse al exterminio con las armas destructivas más avanzadas o, si sobreviven, enfrentarse a la expulsión forzada y el desarraigo de su patria».

En este sentido, condenaron el apoyo ilimitado de Occidente, especialmente de Estados Unidos, cómplices en los crímenes del ente israelí.

A la luz de las negociaciones para un alto al fuego en Gaza y un acuerdo de canje de prisioneros, las agrupaciones repudiaron el trasladó de la miembro del Frente Popular para la Liberación de Palestina, Khalida Jarrar, a una celda de aislamiento.

De acuerdo con la denuncia, la dirigente de la Unión General de Mujeres Palestinas solo recibe una mínima cantidad de agua y alimentos de baja calidad y tiene prohibido salir a la luz del día, a pesar de su precaria salud.

En este punto, indicaron que Jarrar cumple más de un año y medio desde el arresto en su casa en Ramala y antes acumuló cinco años de prisión, sin poder despedirse de su hija, quien falleció en ese tiempo.

Jarrar es una de muchas mujeres luchadoras, activistas, periodistas, abogadas y estudiantes que fueron arrestadas para silenciarlas y reprimir la voz de la mujer palestina, que rechaza la usurpación de la tierra, la expansión de asentamientos, la destrucción y los asesinatos, enfatizaron.

En esta línea de mensaje, repudiaron las campañas de encarcelamientos, hambruna y guerras de exterminio ejecutadas por las fuerzas israelíes contra Gaza, Jerusalén y Cisjordania.

Las organizaciones convocaron a una amplia campaña de solidaridad internacional para lograr la liberación de Khalida Jarrar y del resto de los palestinos detenidos en las cárceles israelíes.

Al mismo tiempo, pidieron a todos los libres del mundo un mayor esfuerzo para lograr el cese de la agresión contra Gaza, recuperar la tierra usurpada y establecer un Estado palestino independiente con Jerusalén como su capital.

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