“Kenia hace progresos en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, con la implementación de varios programas sociales para combatir la pobreza y proteger la población vulnerable” que todavía es alta, señaló a Prensa Latina Mwenda quien asumió en días reciente como jefa de Misión en La Habana.

Además, lleva a cabo planes de inclusión social para permitir que más kenianos tengan acceso a la educación, elevar así el nivel de alfabetismo y se preparen mejor para poder acceder a oportunidades de empleo, agregó la embajadora quien también representa a Kenia ante las naciones de la Comunidad del Caribe y varias del Sistema de Integración Centroamericana.
Se avanza en la promoción e igualdad de género con políticas destinadas a incrementar la participación de la mujer en todas las esferas públicas y órganos legislativos, al tiempo que se realizan esfuerzos para mejorar los abastos de agua potable y el saneamiento; se progresa en la instalación de fuentes de energía renovable para llevar electricidad a zonas rurales, indicó Mwenda.
Actualmente, el país genera el 90 por ciento de su energía por medios renovables, geotérmicos, eólicos, solares e hidroeléctricos, un incremento del 75 por ciento en 2017, lo cual contribuye a proteger el clima, amplió en su entrevista con Prensa Latina.

Asimismo, el gobierno impulsa –agregó- programas para apoyar a las pequeñas y medianas empresas y de esta manera coadyuvar a crear fuentes de empleo y resistencia económica en medio de desafíos como la falta de financiamiento para llevar adelante estos y otros planes de fomento.
No obstante, los retos son grandes, manifestó la embajadora quien citó el desfavorable ambiente global financiero y económico que golpea a los países en desarrollo, así como los injustos términos y condiciones que les imponen cuando necesitan acceder a financiamiento.
Entre otros desafíos que afronta este país de África oriental están los impactos del cambio climático, sequías e intensas lluvias que afectan su agricultura y la seguridad alimentaria, y escasa infraestructura para el desarrollo que limita el crecimiento económico y acceso a mercados y servicios, relacionó la diplomática.

Mwenda reclamó un mayor apoyo de las naciones desarrolladas como un incremento de fondos para la ejecución de proyectos, más bajos intereses, respaldo a los programas de salud, educación y a las iniciativas de fomento sostenible en la agricultura.
También expuso la necesidad de la transferencia tecnológica, la capacitación de los recursos humanos, políticas comerciales más justas y equitativas, alivio para las deudas y la necesaria cooperación a las investigaciones a fin de encontrar soluciones a los retos para viabilizar el desarrollo sostenible.
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