El jefe del banco central eslovaco, Peter Kazimir, señaló al respecto este lunes que la inflación de la zona euro tiene cada vez más probabilidades de volver al objetivo el año que viene, pero hacen falta más pruebas antes de que el BCE pueda cantar victoria.
Kazimir, fue uno de los pocos responsables de política monetaria que expresó abiertamente sus dudas sobre la necesidad de bajar los tipos este mes, pero cedió y acabó apoyando la medida, la tercera de relajación de la política monetaria este año.
También dijo que el BCE estaba a la espera de más pruebas y que, hasta entonces, debía mantener la mente abierta respecto a diciembre y dejar todas las opciones sobre la mesa.
Actualmente, los mercados esperan que el BCE recorte en cada una de sus próximas reuniones hasta marzo o incluso abril, y que el tipo de depósito del 3,25 por ciento alcance el dos por ciento en algún momento del próximo año.
Pero Kazimir también advirtió de que el tan esperado descenso del crecimiento de los salarios y de la inflación de los servicios aún no se materializó, cuando el BCE debería esperar a tener pruebas reales de que esto ocurre antes de declarar la victoria.
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