Serán los séptimos comicios de ese tipo desde 2021 en un país sumido en el caos político, y, según expertos, sin garantía de salir del estancamiento y la inestabilidad que solo beneficia a la extrema derecha.
Borísov y su partido Ciudadanos por el Desarrollo Europeo de Bulgaria (GERB), tienen aproximadamente el 26 por ciento de intención de voto no obstante su retiro del poder tres años atrás tras una década como primer ministro, luego de una ola de protestas contra la corrupción.
Desde entonces ningún gobierno logró mantenerse más de nueve meses en el que es considerado el país más pobre de la Unión Europea.
Más abajo en la intención de voto están los reformistas de la coalición Continuemos el Cambio/Bulgaria Democrática (CC/BD) que perdieron terreno y ahora son seguidos de cerca por los nacionalistas de Vazrajdane (Renacimiento).
En un contexto de profunda apatía entre los 6,5 millones de habitantes, las encuestas predicen una participación muy baja en esta nueva cita ante las urnas.
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