Los sudamericanos lograron su cupo para la discusión de las medallas como primeros del grupo de América con cuatro triunfos y un revés, mientras los taiwaneses, con idéntico balance, se ubicaron segundos como anfitriones en la llave de Asia.
Según el reglamento de la Confederación Mundial de Béisbol y Sóftbol (WBSC, siglas en inglés), no se arrastran los resultados obtenidos en la primera ronda como se ha hecho en otros eventos, por lo que las cuatro escuadras clasificadas comenzarán su andar en esta instancia en igualdad de condiciones.

Venezuela, dirigida por Omar López, ya firmó su mejor actuación en estas lides luego de concluir décima en la primera versión y séptima en la pasada e igualó a México (bronce en 2019) como los dos únicos países de Latinoamérica que han podido ubicarse entre los cuatro grandes en la historia de estos torneos.
«Me siento afortunado de estar aquí», le dijo el timonel a los medios luego de la práctica del equipo. «Es mi primera vez en el país», agregó.
López declaró que tiene un equipo equilibrado y que la química que impera fue un elemento clave en su clasificación.
«Queremos salir al campo con la misma actitud que mostramos en México. Trabajaremos en un plan de juego hoy y mañana. Llegamos a la superronda por primera vez y ahora es momento de jugar para ganarlo todo», sentenció.
Por su parte China Taipéi, ocupante en las dos ediciones anteriores de los puestos nueve y cinco, respectivamente, también superó su mejor actuación, después de desbancar a su archirrival de Surcorea, campeón en 2015 y subtitular en 2019.
Su mentor Hao-Jiu Tseng declaró que Venezuela es un equipo poderoso y confesó que el béisbol que juegan puede resultar desconocido para ellos, pero aseguró que sea quien sea el contrario harán todo lo posible por derrotarlo.
«Estoy feliz y honrado de estar en Tokio. Tendremos la oportunidad de desafiar nuevamente a Japón, el equipo número uno del mundo, y lograr el mejor resultado en la historia de nuestro béisbol», apuntó Tseng.
En la fase de grupos la «Vinotinto» exhibió una mejor ofensiva al terminar con un promedio de .312 y una producción de 31 carreras con 14 dobles y ocho cuadrangulares, mientras que los asiáticos pisaron 22 veces la goma del plato, pegaron seis biangulares e igual cantidad de vuelacercas con un average de bateo de .258.
Sin embargo, el punto fuerte de los taiwaneses está en el pitcheo, al permitir solo 1.80 carreras limpias cada nueve entradas (2.36 los venezolanos) con apenas nueve bases por bolas concedidas en sus cinco desafíos.
En esta misma jornada se enfrentarán los elencos representativos de Estados Unidos, segundos del apartado A con tres éxitos y dos derrotas, y los vigentes campeones de Japón, quienes barrieron a sus cinco contrarios para liderar el B.
Los estadounidenses impresionaron con el madero en ristre con average ofensivo de .317, 36 carreras producidas, nueve bambinazos y un cuerpo de lanzadores con una efectividad de 2.41 anotaciones limpias por juego, superiores a los nipones en todos esos acápites.
A pesar de las estadísticas, los de la Tierra del Sol Naciente, números uno del ranking mundial y anfitriones de la superronda, salen al terreno como los grandes favoritos para llevarse otra vez la corona.
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