Asimismo ratificaron su disposición de seguir en diálogos con el gobierno colombiano, según un comunicado difundido en medios locales.

“La paz y los cambios democráticos, con la reconciliación de los pueblos no puede girar alrededor de una persona o personas. La paz no es propiedad privada o exclusiva de unos; la paz es de las comunidades que han sufrido durante décadas de exclusión y el abandono del Estado”, señala el texto.

Añadieron que la decisión unánime y autónoma de quienes suscriben el documento es continuar el tránsito por el camino hacia la paz con dignidad social para todos, en atención al clamor y los anhelos de la población.

En la misiva se pide asimismo concretar un “gran acuerdo por la paz junto con el pueblo, sus líderes y lideresas, sus organizaciones sociales base, con los pueblos indígenas, afros y todos los sectores que se quieran vincular a este movimiento por la paz de Colombia”.

La Segunda Marquetalia nació en 2019, cuando Márquez y otros exnegociadores del Acuerdo de Paz de 2016 regresaron a la vida guerrillera, alegando falta de apego en varios de los puntos del pacto por la administración del expresidente de Iván Duque (2018-2022).

En febrero pasado, esa estructura insurgente y el Gobierno comunicaron de manera conjunta que comenzarían negociaciones.

No obstante, desde hace días salió a la luz pública la existencia de fisuras en sus filas, lo que finalmente hoy se confirma.

En el último ciclo de diálogos con esa insurgencia, que concluyó el pasado 16 de noviembre, el jefe de la delegación negociadora del Gobierno, Armando Novoa, refirió que antes del encuentro, su equipo fue informado de una comunicación presuntamente enviada por Márquez en la que manifestaba su rechazo a la reunión y a sus eventuales conclusiones.

También explicó que la delegación de esa estructura armada designada para las pláticas solicitó “continuar con los diálogos permanentes e ininterrumpidos desde los territorios”, al señalar que no tenía conocimiento de la comunicación de Márquez.

Novoa, por su parte, declaró entonces que la representación gubernamental no tenía capacidad de intervención en las controversias de la Segunda Marquetalia y se atenía a los compromisos acordados en la mesa de diálogos.

De acuerdo con medios especializados, con la división de esa guerrilla, el lado de Márquez queda muy menguado tanto en número de hombres como en radio de acción.

Según manifestó recientemente el presidente del país, Gustavo Petro, la división que prevalece en la actualidad en los grupos armados residuales de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias-Ejército del Pueblo constituye un avance para la paz.

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