Durante el recorrido los visitantes apreciaron objetos de interés histórico conservados allí y escucharon explicaciones sobre su vida revolucionaria, de acuerdo con una información de la agencia KCNC.
Beloussov escribió en el libro de visita que Mangyongdae, lugar sagrado de la revolución (…) recoge la infinita veneración al gran Dirigente quien preparó las relaciones de amistad y cooperación y de la amistad combativa entre dos países.
Asimismo el visitante deseó al pueblo coreano bienestar, paz, así como nuevas y grandes victorias en sus empeños por construir un Estado poderoso.
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