Afirmó que en la ciudad de La Paz se incautó la noche del martes un total de mil bolsas arroberas de arroz de la estatal Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa), de las cuales no se conocen el origen y el destino final.

Informó, asimismo, que el lunes se realizó el decomiso de 380 quintales del grano y 140 paquetes de aceite en el punto de control de Corapata, en la carretera La Paz-Copacabana, con destino a Perú, donde su precio es varias veces mayor.

Subrayó que esos decomisos son resultado de la intensificación de los operativos para evitar el acopio y desvío hacia el contrabando de alimentos necesarios para la población.

De acuerdo con Mendoza, la policía secuestró en la zona de Villa Victoria de La Paz las mil arroberas de arroz de Emapa que pretendían ser acopiadas o comercializadas en esta zona.

En ese caso, cuatro personas fueron arrestadas y son procesadas por agio, sostuvo.

La arroba de arroz de la estatal Emapa se comercializa a 50,50 bolivianos (poco más de siete dólares), mientras en el mercado el precio de esta misma cantidad es superior. El Gobierno atribuyó la escasez del producto y su elevado precio a los intermediarios y vendedores al raleo.

Un punto de vista similar prevalece en relación con el aceite, porque los industriales aseguraron que lo despachan al precio de siempre y en cupos habituales.

Para el presidente de la Federación de Empresarios Privados de La Paz, Rolando Kempf, los bajos precios del aceite comestible en Bolivia motivan a que personas saquen el producto a otras naciones porque es más caro.

“Si hablamos de economía, oferta y demanda, establecemos que cuando el precio es demasiado bajo en un país, como Bolivia, el aceite fluye como contrabando a los países vecinos, ahí está el problema”, explicó.

Con el objetivo de impedir el denominando contrabando a la inversa, el Gobierno nacional reforzó los controles fronterizos, pero también en el interior de Bolivia.

En el caso puntual del aceite, el viceministro de Defensa de los Derechos del Usuario y Consumidor, Jorge Silva, apuntó a los intermediarios como los responsables del incremento de su precio.

Opinó que quien está produciendo no ha incrementado el precio, “pero en los mercados no hay producto, alguien está ocultando el aceite con fines especulativos”, denunció Silva.

De su lado, el viceministro de Políticas de Industrialización, Luis Siles, afirmó que el país cuenta con 39 mil toneladas de aceite de stock para el mercado interno, por lo que no se justifica que no se encuentre en los mercados y que su precio se incremente por encima de lo normal.

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