La comunicación de esa entidad recordó que en el sitio conocido como La Escombrera fueron asesinados y desaparecidos habitantes de la localidad, lo cual está respaldado de manera inequívoca por la evidencia documentada por el órgano de justicia transicional y los detalles del proceso forense. Acotó además que las estructuras óseas halladas corresponden a víctimas de desaparición forzada entre 2002 y 2003, y que esos crímenes hacen parte del universo provisional de hechos y conductas investigados en el Subcaso Antioquia del Caso 08.
La JEP indaga las circunstancias de modo, tiempo y lugar en que se perpetraron estos delitos, que son de interés para la Jurisdicción en su misión de esclarecer la verdad y hacer justicia por los crímenes cometidos durante el conflicto, añadió la nota.
Todas las víctimas, sostuvo el comunicado, presentan signos de violencia peri mortem, es decir, como causa de muerte, y lesiones compatibles con proyectiles de arma de fuego, específicamente tiros de gracia.
Refirió que, en al menos uno de los casos, existe evidencia suficiente para afirmar que la víctima fue reducida a un estado de total indefensión y sometida a malos tratos, sin descartar la comisión de torturas.
La Comuna 13 fue un territorio en disputa por el control de los grupos armados. En esta zona, guerrilla y paramilitares libraron una intensa confrontación armada por el dominio de este sector, difundió la nota.
La JEP estableció además que, entre 2001 y 2004, se llevaron a cabo 34 operaciones militares en ese lugar.
A propósito de las revelaciones del órgano de justicia transicional, el presidente Gustavo Petro escribió en su cuenta de X que queda ya demostrado que en la Comuna 13 desparecieron forzosamente y asesinaron a civiles indefensos.
Comentó que la zona fue asimismo entregada a un bloque paramilitar y este torturó y desapareció a centenares de jóvenes antioqueños.
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