A través de un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores expresó profunda consternación por la caída de tres cascos azules, un uruguayo y dos sudafricanos; así como de ocho militares de la Samidrc, siete sudafricanos y uno mala de Malawi, en los combates en el este del país.

“El Gobierno de la RDC presenta sus sinceras condolencias a los familiares de las víctimas, a los gobiernos y pueblos de las naciones implicadas”, refirió la nota y añadió que el país saluda con respeto el coraje de estos hombres caídos en el cumplimiento de su misión para garantizar la integridad territorial de la RDC.

La Cancillería condenó “con gran firmeza” los actos de violencia perpetrados por el “grupo armado terrorista M23, sostenido por el Ejército de Ruanda”, cuyas agresiones constituyen una violación manifiesta de la soberanía nacional y una amenaza para la estabilización de la región, agregó.

El comunicado apeló a la comunidad internacional, en particular a la Organización de Naciones Unidas (ONU) y a la Comunidad para el Desarrollo del África Austral, para intensificar las presiones diplomáticas contra los autores de esta agresión, a fin de que pongan fin a estas acciones desestabilizadoras.

Reiteró, además, el compromiso de defender la integridad territorial de la RDC y proseguir los esfuerzos en pos de la restauración de la paz junto a sus aliados internacionales y regionales.

Este domingo la portavoz del secretario general, Stéphane Dujarric, expresó la profunda preocupación de António Guterres por la escalada de violencia en el este de la RDC y ratificó su más enérgica condena a la ofensiva del grupo armado M23 y sus avances hacia Goma, en Kivu Norte, con el apoyo de Rwanda.

La declaración manifestó condolencias por la muerte, en las últimas 48 horas, de tres cascos azules, y añadió que 11 soldados de mantenimiento de la paz resultaron heridos y están siendo tratados en el hospital de las Naciones Unidas en Goma.

El secretario general transmitió un mensaje de admiración a todo el personal de mantenimiento de la paz de la ONU en el cumplimiento de su mandato de proteger a los civiles y defenderlos de la violencia de los grupos armados, en coordinación con las Fuerzas Armadas de la RDC y la Samidrc.

Recordó a las partes en el conflicto sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario y acotó que los ataques contra el personal de la ONU pueden constituir un crimen de guerra. “Pido a las autoridades competentes que investiguen este incidente y lleven rápidamente a los responsables ante la justicia”, dijo.

La portavoz reiteró el llamamiento a que se respete el acuerdo de alto el fuego entre Ruanda y la RDC, y pidió al M23 que cese inmediatamente todas las acciones hostiles y se retire de las zonas ocupadas.

Solicitó además a las Fuerzas de Defensa de Rwanda que cesen su apoyo al M23 y se retiren del territorio de la RDC, así como ratificó el apoyo de la ONU al Proceso de Luanda y la reanudación del diálogo para la paz.

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