Acorde con un comunicado presidencia difundido hoy aquí, “Los dos jefes de Estado han coincidido en la urgente necesidad de un alto el fuego y la reanudación de las conversaciones de paz entre todas las partes en el conflicto”.

El diálogo de alto nivel se produjo luego que la Fuerza Nacional de Defensa de Sudáfrica (Sandf) confirmara que en los últimos siete días 13 de sus miembros han perdido la vida en la RDC.

Según un comunicado de la Sandf, tras un intercambio de proyectiles de mortero entre las Fuerzas de Defensa del Congo y miembros del grupo armado M23 ocurrido la víspera cerca del aeropuerto de Goma, donde se encuentra la base de la Sandf, tres uniformados quedaron atrapados en el fuego cruzado y murieron, aunque no participaron directamente en el combate.

Además, agrega, uno de sus miembros que “resultó herido durante la batalla con los rebeldes del M23 en los últimos tres días” sucumbió más tarde.

El resto de los heridos sudafricanos siguen recibiendo atención médica en el “Hospital de Nivel 3 de Goma”, acorde con la información.

De momento, el gobierno de la RDC ha anunciado que el ejército nacional controla ahora la mayor parte de Goma. Sin embargo, voceros del M23 sostienen que están a cargo de la ciudad.

En el documento la Sandf asegura seguir plenamente comprometida con sus responsabilidades de mantenimiento de la paz en el marco de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (Monusco) y la Misión de la SADC en la República Democrática del Congo (Samidrc).

“Nuestras tropas siguen operando con determinación, coraje y disciplina en pos de la paz y la estabilidad en la región”, se resalta en el documento.

El pasado año Ramaphosa explicó que los miembros de la Sandf se encuentran desplegados en la RDC “para prestar servicios en cumplimiento de una obligación internacional de la República de Sudáfrica hacia la región de la SADC”.

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