Un estudio citado por Bahamas Local reveló que, en 2024, una de cada cuatro mujeres sufrió violencia física o sexual dentro del matrimonio y las sobrevivientes continúan enfrentando desafíos para acceder a la atención médica, la protección legal y los servicios sociales.
El vicepresidente de HRB, Joseph Darville, destacó que la decisión gubernamental lacera la justicia y los derechos humanos y responsabilizó a los políticos por ceder ante la presión de los grupos religiosos y de una sociedad dominada por los hombres.
«Estoy sumamente decepcionado, especialmente de aquellos que tienen hijas, hermanas, madres y esposas. Es una vergüenza que prioricen los votos sobre los derechos fundamentales y la dignidad de la mitad de nuestra población», declaró.
El activista instó a actuar con más energía a los partidarios, dentro del gobierno, de la ley que tipifica como delito la violación conyugal y exhortó a las mujeres a exigir este derecho en las urnas y en todos los espacios.
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