La también ministra de Transporte y Comercio Interno, citada por CBC News, se manifestó optimista ante esta posibilidad al considerar que, luego de una reunión de emergencia la semana pasada entre el primer ministro Justin Trudeau y los primeros ministros, «estamos logrando un progreso increíble y rápido con todas las provincias y territorios».
Explicó que la amenaza de nuevos aranceles punitivos que la administración de Donald Trump impondrá a las importaciones canadienses ha traído un sentido de urgencia al tema como nunca antes.
«Estamos en un momento crucial en la historia de nuestro país y en el futuro de la economía canadiense», dijo.
Subrayó que todos los ministros que estaban en la mesa sintieron la necesidad, al igual que yo y nuestro gobierno, de actuar colectivamente, aprovechar el momento y hacer todo lo posible para reducir esas barreras al comercio.
«El impulso es palpable. El momento ha llegado y lo estamos aprovechando», enfatizó.
De acuerdo con Anand, eliminar las barreras existentes podría reducir los precios hasta en un 15 por ciento, aumentar la productividad hasta en un siete por ciento y agregar hasta 200 mil millones de dólares a la economía nacional.
Canadá posee requerimientos de regulación nacionales, provinciales, y municipales estrictos con respecto a los bienes y servicios que ingresan al país y la clase de estándares aplicados depende del tipo de producto.
Con frecuencia, estas regulaciones entre provincias son criticadas y vistas como barreras al comercio interno.
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