Acerca de Voy a escribir la eternidad, volumen merecedor del Premio Alejo Carpentier de Novela 2023, mencionó que aludía a la añoranza, musicalidad, amor, momentos memorables y cuestionamientos propios.

Además, refirió que el tributo durante la cita literaria representaba «algo inmenso pues, en primer lugar, constituye la posibilidad de publicar cuatro de mis novelas».

Indicó, asimismo, que «es algo muy hermoso para mí, porque yo empecé a escribir obras de ese género en 1980, es decir, han pasado muchos años. Algunos de los textos que concibo actualmente resultan de ideas pensadas desde hace más de 20 años».

En este sentido, argumentó: «yo maduro muy lentamente el sentido y la estructura de un libro y luego lo materializo, no siento apuro ni presión; ahora mismo estoy en la realización de una novela que se me ocurrió en 1992, sobre un niño que nace sin destino y empieza a perjudicar el camino de los demás, un ser humano con libre albedrío».

Autor, entre otros, de El cumpleaños del fuego, Descubrimiento del azul, La división de las aguas y Análisis de la ternura, López Sacha afirmó que «hay que leer siempre porque no solamente nos desarrolla la mente, además, nos permite el contacto con los otros; la lectura es ya un complemento esencial de la condición humana».

Sus libros, aseguró entonces el también creador de Pastel flamante, Variaciones al arte de la fuga y Prisionero del rock and roll, transmiten la realidad de la mayor de las Antillas, las peculiaridades de su generación y las posibles contribuciones de la cultura cubana a la formación de mejores hombres y mujeres.

Seguramente, quedaron muchas ideas por materializar, pero, sin dudas, López Sacha nos legó una obra caracterizada, además, por la profunda exploración de la condición humana, el arte y la identidad.

El cuentista, ensayista y crítico de la nación caribeña, nacido en Manzanillo en 1950, trasciende como un referente en el panorama narrativo de su país.

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