Besigye está en una cárcel de máxima seguridad aquí en Kampala desde noviembre, luego de ser detenido en Nairobi, la capital keniana, en un proceso muy criticado por organismos internacionales.
El político opositor enfrenta cargos por supuestos delitos relacionados con la seguridad nacional, y más tarde fue acusado ante un tribunal militar de traición, un delito que bajo la ley militar puede terminar en la pena de muerte.
Sin embargo, la Corte Suprema de Uganda dictaminó el mes pasado que los tribunales militares no pueden juzgar a civiles.
Besigye ha sido cuatro veces candidato presidencial y es una figura prominente de la oposición en Uganda.
En tanto, los fiscales militares acusan a Besigye de solicitar armas en reuniones en Europa con el propósito de socavar la seguridad nacional, pero los cargos no han sido fundamentados.
Por su parte, la esposa de Besigye, Winnie Byanyima, manifestó que las acciones del Gobierno contra el político son un insulto y un abuso de los derechos de su marido.
Byanyima, quien es además directora ejecutiva de Onusida y secretaria general adjunta de Naciones Unidas, señaló que Besigye está detenido ilegalmente y que sus captores serán responsables de cualquier daño que sufra.
Uganda fue recientemente escenario de manifestaciones contra supuestos casos de corrupción que apuntan a funcionarios.
En aquel momento, el presidente ugandés, Yoweri Museveni, rechazó los llamados a las protestas y acusó a sus organizadores de querer generar un comportamiento caótico y los acusó de trabajar para el extranjero.
Museveni, de 79 años, gobierna desde 1986, y resultó reelecto en enero de 2021, en unos comicios cuestionados por la oposición.
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