Según el primer ministro keniano, Musalia Mudavadi, la presentación por parte de las denominadas Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF,inglés), de una hoja de ruta y una propuesta de liderazgo en Nairobi es compatible con el papel de Kenya en las negociaciones de paz, que le obliga a proporcionar plataformas para buscar soluciones.
Mudavadi dijo que su país ha intentado facilitar el diálogo entre partes en conflicto de Estados vecinos y regionales, y cuando ofrece este espacio, no tiene ningún motivo ulterior, sino que lo hace porque no hay una solución militar a las disputas políticas.
Asimismo, el jefe de Gobierno keniano lamentó la situación y aseveró que la crisis de Sudán exige una atención regional y mundial urgente.
La víspera, el Ministerio de Exteriores sudanés criticó al gobierno de Nairobi por acoger dicha reunión entre miembros de las RSF y grupos afiliados con el objetivo declarado de establecer un gobierno paralelo en parte del territorio sudanés, lo que promueve el desmembramiento de un Estado africano, viola su soberanía e interfiere en sus asuntos internos, añadió el comunicado oficial de Jartum.
En tanto, el portavoz de la Secretaría General de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, afirmó que el plan de establecer un gobierno paralelo podría empeorar aún más el conflicto sudanés, puesto que aumentaría la fragmentación del país.
El funcionario agregó que preservar la unidad de Sudán, su soberanía e integridad territorial, sigue siendo un ingrediente clave para una resolución sostenible del conflicto y la estabilidad a largo plazo del país y la región en general.
Desde mediados de abril de 2023, esta nación africana se encuentra sumida en una guerra interna, tras avivarse las contradicciones por cuestiones de poder entre el jefe del Ejército Abdel Fatah al-Burhan y el líder de las Fuerzas paramilitares de Apoyo Rápido, Mohamed Hamdan Daglo.
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