Según anunciaron la víspera, otras 30 personas resultaron heridas en la emboscada, ocurrida a principios de este mes contra un convoy que transportaba a un centenar de civiles, escoltado por el Ejército de Malí, cerca de la localidad de Kobe, al noreste del país. La caravana de vehículos civiles transportaba mineros de Níger y comerciantes de Malí, que viajaban por una carretera entre las ciudades de Gao y Ansongo.
La organizacion instó a las autoridades malienses a investigar el incidente y los exhortó a que sus fuerzas de seguridad den mejor protección a los civiles en riesgo.
La nota añade que todavía no se ha confirmado la identidad del grupo atacante, aunque el Ejército maliense emitió un comunicado el mismo día del ataque, en el que cifraba en 25 los muertos civiles y trece los heridos, y atribuyó los hechos al grupo estado Islámico del Sahel.
Los ataques contra civiles en esa región maliense son ya habituales sin que las autoridades militares tengan control de la situación, destacan este viernes analistas políticos.
Al menos cuatro personas resultaron heridas hoy, tres de ellas en estado grave, tras la explosión de un artefacto explosivo improvisado al paso de un camión civil en la región de Nara, ubicada en el este de Malí, cerca de la frontera con Mauritania.
Malí también enfrenta a la coalición de grupos tuaregs, también conocidos como bereberes, empeñados en lograr la separación del norte del resto del país para crear un estado independiente.
Nación del Sahel, Malí vive sumido en una profunda crisis política, acrecentada luego de sucesivos golpes de estado ocurridos en agosto de 2020 y mayo de 2021, y es afectado también por continuas agresiones de grupos armados islamistas.
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