Muyaya manifestó su apoyo a las medidas de Washington contra el ministro de Estado de Integración Regional ruandés, James Kabarebe, y el portavoz civil del grupo armado Movimiento 23 de Marzo (M23), Lawrence Kanyuka.
Señaló que este gesto representa el inicio de una serie de sanciones que espera sean más robustas por parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, la Unión Europea y otros socios, con el fin de obligar a Kigali a retirar sus tropas y cesar sus actividades criminales en la RDC.
El Departamento del Tesoro estadounidense dio a conocer la víspera, a través de un comunicado publicado en su página web, que la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) sancionaba al exgeneral Kabarebe, y al portavoz Kanyuka, por su participación en la ofensiva del M23 en el este congoleño.
Significó que su apoyo resultó fundamental en el avance sobre la región y la ocupación de las capitales de Kivu Norte y Kivu Sur, Goma y Bukavu, respectivamente, donde murieron miles de personas y otras resultaron heridas.
La nota añadió que ambos lideraron o participaron en acciones o políticas que amenazan la paz, la seguridad o la estabilidad de la RDC; además de acusar a Kabarebe de gestionar gran parte de la generación de ingresos de Ruanda y el M23 a partir de los recursos minerales del país vecino, incluida la exportación ilegal.
En tanto, el portavoz Kanyuka fue sancionado como individualidad y también dos de sus empresas registradas en Reino Unido y Francia.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ruandés consideró las sanciones como injustificadas e infundadas, y agregó en un comunicado que si las sanciones pudieran resolver el conflicto en el este de la RDC la paz en la Región de los Grandes Lagos se habría logrado hace décadas.
Apuntó que estas medidas no contribuyen a la seguridad, la paz ni la estabilidad a largo plazo, sino que sólo pueden interpretarse como una “interferencia extrema injustificada en el proceso (de paz) liderado por África”.
La Cancillería ruandesa denunció que otras fuerzas hostiles involucradas en el conflicto no han sido sancionadas, y nombró entre ellas a las Fuerzas Armadas de la RDC, la misión de la Comunidad para el Desarrollo del África Austral, tropas burundesas, las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda y mercenarios europeos.
“El único objetivo de Ruanda es una frontera segura y el fin irreversible de la política de extremismo étnico armado en nuestra región. Este es un asunto de seguridad nacional, y esa es nuestra única motivación”, afirmó el Ministerio.
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