En conferencia de prensa, el titular del sector, Joaquín Barnoya, explicó que abastecer y mantener una red de nasocomios abandonada ya de por sí es complejo, pero también tienen que atender otros servicios.
En general, detalló la autoridad, los equipos distribuidos no se dividen en blanco y negro, sino van dirigidos a mejorar los diagnósticos y a ofrecer buenos tratamientos.
Muchos están enfocados en enfermedades crónicas, incluido el cáncer, así como para cardiología, ultrasonidos, muy útiles en ginecología, entre otros, subrayó Barnoya en el capitalino Palacio Nacional de la Cultura, sede del Gobierno.
Entregamos asimismo equipos que van a mejorar la calidad de atención que se puede dar en los hospitales una vez el paciente ya haya sido diagnosticado, remarcó en el espacio llamado Ronda de la Semana.
El Hospital San Juan de Dios de la urbe (el segundo mayor del país) tenía más de 25 años que no recibía mesas quirúrgicas, describió el ministro.
Además estamos facilitando equipos de rayos X portátil y desfibriladores vinculados al área de cardiología, amplió.
En cuanto a los medicamentos, el titular insistió que van desde cosas tan sencillas como más de un millón de tabletas de ácido acetilsalicílico y de ahí otros relacionados con enfermedades crónicas.
Guatemala firmó en 2024 un acuerdo con la Oficina de Naciones Unidas de Servicios para Proyectos que permite licitar a nivel mundial la compra de los productos que el país necesita, esto tras una crisis heredada de desabastecimiento en 12 hospitales públicos.
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