El animal germinó el 17 de noviembre de 2024 y desde entonces permaneció en un espacio aislado con su madre Aurora. La bebé es la primera osa polar nacida en América Latina.

Imágenes publicadas por el acuario muestran a Nur caminando por la zona de sus similares. Ella corre, explora el espacio y juega con el hielo.

Nur es hija de Aurora con Peregrino, dos osos polares nacidos en Rusia que viven desde hace 10 años en Sao Paulo.

Su nacimiento fue grabado por cámaras en el acuario. En las imágenes difundidas por la institución fue posible verla nacer sin pelo.

Después del parto, la madre lame y luego pone el oso en su cuerpo, probablemente para calentar al cachorro.

Según veterinarios del acuario, el primer año de vida de un oso polar, especialmente las primeras horas, representa un período crítico para la supervivencia.

Por ser frágiles, los cachorros necesitan atención las 24 horas y también el monitoreo diario para intervenir, en caso de que haya algún problema.

De acuerdo con el acuario, la sospecha del embarazo de Aurora surgió de la observación atenta del equipo a los cambios en el comportamiento de la osa.

Ella comenzó a pasar más tiempo en la guarida, se cansó más y redujo su interacción con Peregrino.

«La separación entre el macho y la hembra, en el contexto de la reproducción del oso polar, es un comportamiento crucial y natural», afirmó el establecimiento.

Explicó que, en la naturaleza, los osos polares son animales solitarios, excepto durante el período de apareamiento.

Después de la cubrición, el macho no juega ningún papel en el cuidado de los hijos.

La hembra, por su parte, se aleja de los machos, buscando un lugar seguro para construir su cubil y dar a luz.

El director del acuario, Anael Fahel, admitió que, antes de recibir a los primeros osos polares en 2015, el equipo estaba totalmente desprovisto de experiencia y el animal acuático más grande que tenían era el lobo marino.

La institución tuvo que apoyarse entonces en especialistas del zoológico de la ciudad rusa de Kazán.

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