La cifra es necesaria para proporcionar ayuda vital a 11 millones de personas, dentro de las que se incluyen 7,8 millones de desplazados internos por los conflictos con alrededor de 100 grupos armados en el país.
La RDC, además de tener uno de los niveles más altos del mundo en materia de refugiados internos, reúne en total alrededor de 21,2 millones de congoleños afectados por múltiples crisis, pues además de la guerra, sufren a causa de desastres naturales y epidemias como la del Mpox.
Durante el lanzamiento, el coordinador humanitario en la RDC, Bruno Lemarquis, dijo que todas las señales de advertencia están encendidas, en alusión a la escalada de la violencia en el este del país y el avance del Movimiento 23 de Marzo (M23) en las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur, donde existen muchas necesidades de ayuda.
A pesar de los inmensos desafíos, “la acción humanitaria ha seguido demostrando su eficacia para salvar vidas todos los días. Nuestra única misión es brindar asistencia a las poblaciones más vulnerables, dondequiera que se encuentren”, remarcó.
Agregó que, para ello, es preciso adaptarse para prestar la ayuda sin comprometer nunca los principios fundamentales que guían la acción humanitaria: neutralidad, imparcialidad, independencia y humanidad.
El año pasado, la campaña logró movilizar mil 300 millones de dólares, una cantidad récord, pero por debajo de las necesidades declaradas. No obstante, ese monto contribuyó a brindar asistencia a más de siete millones de personas.
La comunidad humanitaria agradeció este jueves la generosidad de los donantes y lanzaron un llamamiento urgente para que hagan todo lo posible por proporcionar los fondos, el acceso y el apoyo necesarios para ayudar a las personas necesitadas en la RDC.
La respuesta humanitaria tiene como objetivo atender las necesidades más urgentes y aliviar el sufrimiento de las personas afectadas proporcionando asistencia rápida, eficaz y adaptada a los contextos más críticos.
El plan de este año prevé alcanzar a 1,5 millones de niños que sufren desnutrición aguda, así como garantizar el acceso al agua potable a cinco millones de personas y combatir epidemias como el cólera, el sarampión y el Mpox.
Otra línea de trabajo que prevé acciones con este financiamiento es el respaldo al regreso de las familias desplazadas, para que puedan reactivar sus medios de vida, además de brindar asesoría para la preparación ante las crisis climáticas.
lam/kmg
