Los ciudadanos transportados hacia esta capital afirmaron que tras su detención, retención y traslado a este país “vivieron en suelo estadounidense abusos como el empleo de grilletes en manos, caderas y pies”, según el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNPT).
Otras razones de quejas fueron la desinformación sobre las razones de su detención, la decisión sobre su envío a Costa Rica y la incertidumbre sobre el país de destino final, subraya el citado diario.
Los deportados también señalaron que antes de viajar desde Estados Unidos sufrieron “una inadecuada alimentación, pobres condiciones de alojamiento, trato grosero, y retención de documentos de identidad y pertenencias”.
El MNPT tico resaltó el hecho de que estas personas deban permanecer recluidas en el costarricense Centro de Atención Temporal de Migrantes (Catem), pues pudiera constituir también una privación de libertad de facto, según el derecho internacional.
“Esto ocurre –precisó- cuando se restringe su circulación sin una base legal legítima, ni acceso a una revisión judicial efectiva, y en condiciones similares a una detención formal, con vigilancia, prohibición de salida y coerción”.
Los migrantes deportados por el gobierno estadounidense de Donald Trump y enviados a Costa Rica como país-puente para su supuesto traslado a un tercer país permanecen en un clima de incertidumbre por su futuro, estima el ente supervisor sobre torturas.
Existe una inquietud entre ellos por el acceso efectivo a la solicitud de refugio, ya que su situación administrativa no muestra mucha claridad oficial, añade la declaración del MNPT, órgano que opera dentro de la Defensoría de los Habitantes.
Las autoridades costarricenses reiteraron el compromiso oficial de transportar a un tercer país a la totalidad de los 200 deportados en un lapso corto de tiempo, pero, por otro lado, este país también debe recibir los casos de solicitud de refugio, explicó el MNPT.
La institución, que inspeccionó las condiciones del Catem y, además la llegada de los migrantes al Aeropuerto local Juan Santamaría de dos vuelos con los 200 migrantes deportados desde Estados Unidos, llamó a aplicar las normas humanitarias establecidas. “Es sumamente relevante –aseguró- la aplicación de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, y el resguardo de su principio de no devolución cuando reporten riesgo a su integridad personal en el posible país de destino».
El mecanismo señaló que las autoridades costarricenses reiteraron el compromiso oficial de trasladar a un tercer país a la totalidad de las 200 personas en un lapso corto de tiempo, pero, por otro lado, el país también debe recibir los casos de solicitud de refugio.
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