La Policía Nacional confirmó la víspera a medios locales que cinco privados de libertad de la Penitenciaría del Litoral fueron hallados muertos como consecuencia de esa enfermedad.
El Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de Libertad (SNAI), entidad encargada del sistema penitenciario, aclaró en un comunicado que no hubo un motín en ese centro y que las causas de las muertes están bajo investigación.
La alcaldía guayaquileña solicitó este sábado al Ministerio de Salud que informe sobre protocolos de atención y medidas de prevención en las cárceles para evitar contagios y más muertes.
“La crisis sanitaria en estos centros no solo representa un riesgo dentro de las cárceles, sino para toda la ciudad. La tuberculosis es una enfermedad altamente contagiosa y su propagación sin control en los centros de privación de libertad pone en peligro a la población en general”, alertó la municipalidad.
El pasado enero, el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos advirtió de una posible epidemia de tuberculosis en la Penitenciaría del Litoral y estimaron que alrededor de 500 reclusos estarían enfermos.
“Las condiciones sanitarias se han agravado a partir de la intervención militar”, señaló el abogado Fernando Bastias, integrante de ese organismo citado por la emisora local Radio Pichincha.
Tras visitas al centro de privación de libertad, explicó que en un solo pabellón hay 400 detenidos con tuberculosis confirmada y en un segundo espacio, de supuesta contención, hay reos con síntomas.
De acuerdo con Bastias, la situación se agrava porque viven en una condición antihigiénica y con una alimentación inadecuada.
Las cárceles de Ecuador permanecen bajo control de los militares desde que en enero de 2024 el presidente Daniel Noboa decretó la existencia de un conflicto armado interno para enfrentar a las bandas criminales ligadas al narcotráfico.
arc/avr





