El parte diario menciona además que las Fuerzas Armadas de Rusia atacaron con aviones, vehículos aéreos no tripulados, misiles y artillería instalaciones de procesamiento del gas que garantizan el trabajo de empresas del sector de defensa de Ucrania, aeródromos militares, y sitios de producción y puntos de mando.

La cartera rusa cifró en mil 360 las bajas que el Ejército ucraniano sufrió en las últimas 24 horas.

Casi la mitad, 580, fueron resultado de operaciones del grupo de tropas Centro que logró avances en las áreas de Uliánovka, Krasnoarmeysk, Zvérevo, Kótlino, Shevchenko, Uspénovka, Udáchnoye, Petróvskoye, Novopávlovka, Dimítrov, Mirolúbovka, Alekséevka y Sríbnoye, localidades que se ubican todas en la república de Donetsk. Igualmente comunicó que unidades del grupo de tropas Centro de las Fuerzas Armadas de Rusia recuperaron en el último día la aldea de Lébedevka en la provincia de Kursk y tomaron el poblado de Nóvenkoie en la región ucraniana de Sumi.

El Ministerio de Defensa estimó en más de 350 las bajas que el Ejército ucraniano sufrió en esta línea de operaciones en las últimas 24 horas.

Las pérdidas del lado ucraniano incluyen además, un carro de combate, dos vehículos de combate de infantería, cinco transportes blindados, 19 vehículos blindados, 29 autos, seis piezas de artillería de campo, un mortero, una estación de guerra electrónica, un radar de fabricación israelí, y un depósito de municiones.

El pasado 6 de agosto las tropas ucranianas iniciaron una incursión armada en la provincia de Kursk y ocuparon varias áreas, lo que provocó el desplazamiento masivo de civiles. Desde el 9 de agosto, la región vive una situación de emergencia de nivel federal.

El presidente ruso, Vladimir Putin, prometió «una digna respuesta» a la provocación de Kiev, al que acusó de disparar indiscriminadamente contra instalaciones civiles, y reafirmó que Rusia logrará todos los objetivos de su operación militar especial en Ucrania.

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