Según dijo a la prensa el viceministro de Seguridad, Luis Felipe Icaza, las cuatro aeronaves A-29 Super Tucano de la empresa Embraer y dos C-295 de Airbus de carácter militar, serían utilizadas para fortalecer las tareas de patrullaje, respuesta ante emergencias por desastres naturales y asistencia humanitaria y para la lucha contra el narcotráfico.
No existe ningún objetivo bélico o de combate dentro de las especificaciones que Panamá ha requerido en la compra de estas aeronaves que entrarían a reemplazar la vieja flota actual, cuyo mantenimiento cuesta unos 10 millones de dólares cada año aproximadamente, indicó.
Estas operaciones se harán con financiamiento externo en su mayoría, un préstamo a largo alcance, que aún está siendo definido, precisó el Servicio Nacional Aeronaval (Senan) en un comunicado.
La misiva señaló que las dos aeronaves modelo C-295 que se gestionan con la empresa Airbus servirán para mantener las misiones de ayuda humanitaria y social (carga).
También permiten reforzar las tareas de vigilancia, reconocimiento, búsqueda y salvamento, y seguridad marítima, así como la extinción de fuego.
En tanto, las aeronaves A-29 Super Tucano solicitadas se dedicarán al patrullaje y escolta aérea, operaciones especiales, interdicción, vigilancia de fronteras, reconocimiento, entrenamiento básico, operacional y avanzado.
Tras la invasión militar de Estados Unidos a Panamá en diciembre de 1989, se eliminó en el istmo el Ejército y solo existen fuerzas especializadas como el Servicio Nacional Aeronaval, la Policía Nacional, el Servicio Nacional de Fronteras y el Servicio Nacional de Migración.
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