A través de una nota publicada también por la Presidencia angoleña, la cancillería informó “a la opinión pública nacional e internacional que, por circunstancias de fuerza mayor, no fue posible celebrar la reunión”.
El comunicado, que en ningún momento detalla las circunstancias mencionadas, reafirmó el compromiso de Angola, como mediador en el conflicto, de hacer “todos los esfuerzos posibles para que la citada reunión tenga lugar en un momento oportuno”.
Añadió que “el diálogo es la única solución duradera para la paz en el este de la RDC”.
La víspera, la delegación del Gobierno congoleño para las negociaciones directas con el M23 llegó a Luanda, pero los rebeldes anunciaron que no participarían del diálogo tras conocerse las sanciones impuestas por la Unión Europea a personalidades y entidades de Ruanda y del grupo armado.
En un comunicado señalaron que esas medidas sabotean los esfuerzos de paz y “comprometen gravemente el diálogo directo e impiden cualquier progreso”.
A pesar de que la nota se hizo pública en redes sociales y diversos medios de prensa se hicieron eco de ella, el lunes no hubo pronunciamiento del facilitador agoleño sobre la decisión del grupo armado.
Este martes, cerca de las 19:00 (hora local), se emitió la nota en la que no se menciona la negativa del M23 y las causas esgrimidas.
Luanda dio un paso importante al lograr que Kinshasa, que se había negado categóricamente a sostener conversaciones directas con el M23, aceptara las negociaciones.
La situación de seguridad en el este de la RDC, con el avance de los rebeldes y la conquista de las principales ciudades en las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur desempeñaron un papel importante en esta decisión.
También el respaldo de la cumbre conjunta de las Comunidades de África Oriental (CAO) y para el Desarrollo del África Austral (SADC), celebrada el 8 de febrero, que “ordenó la reanudación de las negociaciones directas y el diálogo con todas las partes estatales y no estatales (militares y no militares), incluido el M23 y en el marco del proceso de Luanda/Nairobi”.
Sin embargo, con un grupo rebelde que no ha sido detenido en su ofensiva, recibe el apoyo de Ruanda en el terreno y de una parte de la población congoleña, además de retener territorios con riquezas minerales que les garantizan fondos para continuar, habría que revisar la disposición y los incentivos para negociar.
La prueba está en que en medio del llamamiento de Angola al cese el fuego el 16 de marzo, para crear un ambiente propicio para el diálogo, el M23 continuó la ocupación de localidades y el avance hacia Walikale en Kivu Norte.
arc/kmg





