La medida preventiva aplicada a esa comunidad de más de tres mil habitantes perteneciente al municipio de Cazengo, busca mitigar el impacto de la enfermedad en la población, donde se han diagnosticado más de 320 casos desde el pasado 14 de marzo.
Esta cuarentena a una comunidad es la primera que se aplica desde que aparecieron los casos de cólera en el país el pasado 7 de enero, y responde a la rapidez y letalidad con la cual se propagó la enfermedad en esa zona.
Como parte de las acciones para asegurar el cierre de una semana que pudiera ser renovado, este martes se enviaron 21 toneladas de alimentos a la localidad, para brindar apoyo logístico a la población.
El gobernador de la provincia, João Diogo Gaspar, dijo a la prensa que las personas recibirán, además de productos alimentarios, ropa usada y agua mineral, en una operación conjunta entre las autoridades y las Fuerzas Armadas angoleñas.
La agencia Angola Press reportó que un equipo del Ministerio de Energía y Aguas trabaja para hacer el levantamiento de las necesidades en el suministro de agua potable a la región; en tanto la ministra de Salud, Silvia Lutucuta, igualmente visitó la localidad de Luinha.
En este sector fueron vacunadas alrededor de dos mil 500 personas contra el cólera, una acción preventiva que esperan contribuya a contener la propagación de la dolencia, por lo que la titular comprobó en el terreno la realización de la campaña, las condiciones sanitarias y la atención a los pacientes.
El gobernador aseguró que la población tendrá todo el apoyo necesario en esta etapa de cuarentena y agradeció a los equipos de salud, las fuerzas armadas, los voluntarios y a todos los que acudieron para prestar asistencia.
Debido al cerco sanitario está prohibida la entrada y salida de las personas en esta zona, con excepción de los técnicos de salud y los miembros de las fuerzas de defensa y seguridad.
El tren que conecta la localidad con Ndalatando y Luanda también está suspendido hasta nuevo aviso.
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