El legislador por Nueva Jersey, que emprendió su maratónica intervención la noche de ayer, superó así al también demócrata Strom Thurmond, quien en 1957 habló en el hemiciclo por 24 horas y 18 minutos.
Booker, miembro del liderazgo del partido en la Cámara Alta, recibió el aplauso de sus colegas por la iniciativa en protesta contra las políticas que en los últimos 71 días emprendió la administración de Donald Trump.
En su perfil en X escribió previamente que tomó “la palabra en el Senado y seguiré hablando mientras me sea físicamente posible para alzar la voz de los estadounidenses que sufren y no son escuchados en este momento de crisis”.
El Partido Demócrata está aún conmocionado por la derrota de su candidata Kamala Harris en las elecciones del pasado 5 de noviembre y busca fórmulas para salir adelante y cumplir un reclamo de sus seguidores: encontrar la manera de enfrentar a Trump.
En la actualidad, esta fuerza política intenta la reestructuración de sus bases y trata de definir el horizonte del liderazgo, camino a las elecciones de medio término de 2026 y las presidenciales de 2028.
Durante las últimas semanas, figuras destacadas demócratas o aliadas de ese partido empezaron a pronunciarse y han captado la atención de los medios de prensa.
El veterano senador independiente por Vermont Bernie Sanders celebró mítines en varios lugares del país para reactivar las bases, en los cuales lo acompañó la joven congresista Alexandria Ocasio-Cortez, miembro de la Cámara de Representantes por Nueva York.
Booker, de 55 años, ya impulsó sin éxito una candidatura presidencial en el ciclo electoral de 2020 y ahora está sobre el podio -pidió que no le pusieran asiento para verse tentado a descansar-, enviando quizás el mensaje de que es posible dar batalla.
En su discurso, que ya entró en las 25 horas, el senador abordó una amplia gama de temas, desde criticar los esfuerzos de Elon Musk por reformar el gobierno federal bajo la administración Trump, a costa de drásticos recortes con despidos, hasta advertir sobre el peligro de que se pierdan programas clave de salud para millones de estadounidenses.
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