Durante su discurso inaugural en la Cumbre Policial 2025, celebrada en Ekurhuleni, en la central provincia de Gauteng, el mandatario subrayó que la seguridad nacional requiere de esfuerzo colectivo que involucre tanto al al Gobierno, como a la sociedad civil, el sector empresarial y las comunidades.
La delincuencia, puso de relieve el mandatario sudafricano, tiene un impacto directo muy negativo en la economía, desalentando la inversión y elevando los costos de seguridad empresarial.
Asimismo, vinculó problemas sociales existentes en el país como la pobreza, desigualdad, desempleo y estructuras familiares desintegradas con el aumento de actividades delictivas.
“Abordar la delincuencia sin comprender sus causas profundas es como tratar síntomas sin diagnosticar la enfermedad”, afirmó Ramaphosa.
En su intervención, Ramaphosa resaltó la importancia de restaurar la confianza pública en los agentes del orden es esencial para combatir la delincuencia.
Sin embargo, reconoció, muchos oficiales enfrentan cargas laborales excesivas, sistemas obsoletos y recursos insuficientes, a pesar del aumento presupuestario en los últimos años, y eso influye negativamente en su desempeño.
El Presidente también instó a fortalecer los Foros de Policía Comunitaria (CPF) y fomentar alianzas con el sector privado para mejorar las capacidades policiales.
En sus palabras a los asistentes a la Cumbre, Ramaphosa alertó sobre el aumento del crimen organizado transnacional, incluyendo minería ilegal, extorsión, fabricación de drogas ilícitas y lavado de dinero.
Combatir esas amenazas, resaltó, requiere colaboración entre agencias policiales y un compromiso ético por parte del SAPS.
Al abordar el sensible tema de la corrupción, que tiene cierta relevancia en Sudafrica, el mandatario recordó cómo ésta “se ha infiltrado todos los ámbitos de la sociedad, incluida la Policía”, punto en el cual destacó la relevancia de inculcar una cultura de la honestidad e integridad.
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