Según esa entidad entre la última semana de marzo y los primeros días de abril se llevaron a cabo 48 registros domiciliarios en 30 casos distintos relacionados con delitos de explotación sexual infantil.
Durante la operación se incautaron dispositivos de almacenamiento de datos y se identificaron múltiples materiales ilícitos, según la fuente.
Las autoridades rumanas advierten de un aumento preocupante de casos en los que menores son manipulados por adultos a través de redes sociales.
Esta operación, desarrollada a la par en otros once países europeos y bautizada como Fever, fue coordinada por Polonia.
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