Durante la IX Cumbre de Jefes de Estado y Gobiernos de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), Arce afirmó que esta ruta crítica fortalecerá los mecanismos de cooperación económica para sortear las vulnerabilidades de un sistema financiero internacional que sigue castigando a nuestros países.
“Es imperativo avanzar en el uso de monedas locales para el intercambio comercial, fortalecer nuestra banca de desarrollo regional, profundizar el comercio intrarregional y crear un fondo de estabilización para mitigar los efectos de las crisis globales en nuestras economías”, sostuvo.
Integran la Celac 33 países, entre ellos Antigua y Barbuda, Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, San Cristóbal y Nieves, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.
Desde este foro y en el contexto de la defensa de los intereses regionales, cuestionó el proteccionismo de Estados Unidos por su efecto negativo en la economía del mundo, luego que la administración de Donald Trump impuso aranceles a diferentes países, entre ellos Bolivia.
“Este tipo de medidas ultraproteccionistas de Estados Unidos van contra los acuerdos de la OMC, abren el riesgo de una guerra comercial con nocivos efectos y no resolverán la crisis sistémica del capitalismo, sino que la agravarán (…)”, expresó Arce.
Advirtió que tal situación provocará una recesión mundial.
Como parte de la política exterior boliviana, volvió a abogar por el multilateralismo, pero uno efectivo y no solo testimonial.
Destacó la importancia de fortalecer “nuestra participación en estos foros internacionales para promover la cooperación, la solidaridad, y el desarrollo sostenible (…)”.
Agregó que solo a través de esta unidad en la diversidad, lo que implica reconocer el derecho que tienen los Estados y los pueblos de elegir su sistema político y económico, podremos avanzar hacia la erradicación de la pobreza, la reducción de las desigualdades y la construcción de sociedades más justas y equitativas para todos nuestros ciudadanos”.
Bolivia tiene un modelo económico asentado en la industrialización, la fuerte inversión pública y la redistribución de la riqueza.
rc/jpm





