Esta vez los temas de la comparecencia de Sánchez apuntaban a las causas del apagón del 28 de abril y a su Plan de defensa y seguridad, ambos cuestionados por Feijóo, presidente del conservador Partido Popular (PP), y por el mandamás de la ultraderecha de Vox, Santiago Abascal.
El jefe del Ejecutivo tomó el camino de dar más argumentos para el programa de defensa y seguridad, que tampoco cuenta con el apoyo de la izquierda del grupo Sumar y de Podemos, con la idea de que eliminará la dependencia tecnológica de las Fuerzas Armadas con países como Israel.
En medio del debate parlamentario, recibió advertencias de Sumar que no lo respaldará, lo mismo de Podemos e inquietudes del respecto de Izquierda Unida (IU), entre otros. El plan prevé una inversión de 10 mil 471 millones de euros, y permitiría adelantar a 2026 el alza al dos por ciento del PIB el presupuesto en este sector.
La compra de municiones y tecnología militar a Israel, con un contrato cancelado recientemente, motivó también críticas de la izquierda, junto con el PP y Vox, por razones diferentes.
No obstante, Sánchez ponderó la iniciativa general en defensa, al señalar que está enfocada en desarrollar capacidades industriales en suelo español que permitan poner fin a la dependencia tecnológica, además de prepararse mejor ante una supuesta amenaza de Rusia a Europa.
Siguiendo su línea de ataques incisivos al Ejecutivo con foco en el gobernante, Feijóo, lo acusó de boicotear cualquier diálogo con el PP, incluida la negociación con el ministro de Economía sobre el plan contra los aranceles de Donald Trump.
Además, calificó de inoperante sus actuaciones en torno al apagón, como una suerte de líder que tiene al país sin rumbo y actuando de forma ineficaz frente a cualquier imponderable.
Asimismo, el máximo responsable del PP consideró que Sánchez se dedicó en más de tres horas de intervenciones a decir una «ensaladilla de disparates», con más tiempo a descalificarle (a Feijóo) que a explicar el plan de defensa o argumentos contundentes sobre el apagón.
El jefe del Ejecutivo, respondió entre cosas, que el PP llega al absurdo de reprochar al Gobierno que cumpla el compromiso de alcanzar el dos por ciento del PIB en inversión en defensa, cuando fue un Gobierno de este partido el que selló ese acuerdo en 2014.
Además, en torno a la energía, el lobby de las plantas nucleares se enfrentó este miércoles a la convicción de Sánchez de redoblar su apuesta por las renovables.
Subrayó que no va a desviarse un milímetro de la hoja de ruta que tiene planificada en materia energética desde 2018, con las energías renovables como «la única y la mejor opción» para España.
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