«Por eso lanzaremos grandes proyectos de interés nacional, eliminaremos las barreras al comercio interno y construiremos una economía canadiense única», enfatizó.
Tras una diálogo con los primeros ministros de las provincias y territorios, dijo que acordaron reunirse en Saskatoon el 2 de junio para continuar este trabajo y construir un Canadá fuerte.
Recientemente, ante la guerra arancelaria impulsada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el líder del Partido Liberal aseguró que Canadá necesita construir una economía que los canadienses puedan controlar.
Eso incluye repensar su relación comercial con otros socios, remarcó.
La administración de Trump impuso parcialmente un arancel del 25 por ciento a los productos canadienses, junto con otro del 25 por ciento sobre todas las importaciones de aluminio y acero.
Carney durante su primera conferencia de prensa tras ganar las recientes elecciones federales, prometió iniciar la «mayor transformación de la economía canadiense» desde la Segunda Guerra Mundial.
«Vamos a vivir un periodo increíblemente emocionante, en el que tomaremos en nuestras manos nuestro destino económico para crear una nueva economía canadiense», afirmó.
Este martes, Carney y Trump se reunieron en Washington y aunque la conversación pareció amena, nada en torno a las diferencias comerciales, parece cambiar.
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