Su postura se basa en el argumento de que el plan de gastos es excesivo, mal priorizado y no responde al interés público.
La senadora Nantana Nantavaropas, quien lidera la oposición al proyecto, destacó los problemas estructurales del edificio, en uso por solo cuatro años, como filtraciones en las paredes, techos derrumbados y columnas cubiertas de moho.
Estos problemas, señaló, siguen sin resolverse a pesar de que el proyecto aún está en garantía, lo que genera dudas sobre la responsabilidad del contratista, considerando el costo original de construcción del edificio.
Nantavaropas también reveló que nada del presupuesto se destinará a reparar los defectos actuales, sino que financiará 10 proyectos no relacionados, calificados por ella como «innecesarios».
Entre las renovaciones se encuentran la remodelación del Museo Parlamentario (actualmente sin uso), la instalación de un cine 4D y la mejora de la iluminación en salas de seminarios.
«Los proyectos parecen destinados a mejorar la comodidad de los parlamentarios, en lugar de atender las necesidades públicas, así que utilizaremos todos los medios para bloquear este gasto», afirmó.
npg/asg/liz





