Tanto desde el sector empresarial como de la central sindical PIT-CNT hay expectativas sobre el tema.
Los empresarios alegan que mayores salarios irían contra la competitividad y los costos de producción, por lo que proponen que el énfasis principal sea conservar el empleo.
El PIT-CNT reclama que se garantice un aumento real del poder adquisitivo, con especial énfasis en la mejora de los salarios más sumergidos, que incluye a medio millón de trabajadores.
Además, el sindicalismo espera que en las próximas semanas se convoque al Consejo Superior Tripartito, donde se reactivarán comisiones para abordar temas clave como la productividad en el empleo y una eventual reestructura de los subgrupos que conforman los Consejos de Salarios.
La próxima ronda salarial se da en un contexto de recuperación económica, aunque con disparidades en los niveles de ingresos y reclamos crecientes desde distintos sectores laborales.
El gobierno del presidente Yamandú Orsi, del Frente Amplio, llegó al poder con la idea de reforzar los salarios más sumergidos.
Al respecto el ministro del Trabajo y Seguridad Social, Juan Castillo, externó la disposición de adoptar incrementos preferenciales.
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