En una entrevista con la agencia oficial de noticias palestina, Jamal Al-Hamas, director de un hospital de campaña, alertó que el centro tiene mucha escasez de suministros por el cierre de los cruces fronterizos.
Carecemos de casi todos los medicamentos y antibióticos esenciales, manifestó el especialista.
Por su parte, el portavoz de la Sociedad de la Media Luna Roja Palestina, Raed al-Nims, advirtió sobre el colapso del sistema de salud en ese territorio, donde viven más de dos millones de personas.
Falta oxígeno, combustible, anestesia, equipos de esterilización y herramientas quirúrgicas, apuntó.
“Si todo continúa como está, se deteriorará aún más la situación humanitaria, lo cual podría obligar a cerrar algunas instalaciones y departamentos médicos”, lamentó al-Nims.
En similar sentido se pronunció la doctora Rehab Al-Quqa, jefa adjunta del Programa de Salud del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio en Gaza.
El 60 por ciento de nuestras reservas de medicamentos se agotaron, indicó Al-Auqa, tras criticar a Israel por impedir la entrada de suministros.
Ahora solo operamos nueve de las 22 clínicas que funcionaban antes de la guerra, mientras el número de los equipos medicos se redujo de 117 a 38, subrayó.
También el jefe de la Asociación de Retorno Médico, Raafat Al-Majdalawi, condenó los ataques israelíes al señalar que interrumpieron el 85 por ciento de los servicios de salud en la Franja.
El gobierno de Benjamin Netanyahu violó repetidamente el derecho fundamental al acceso a los servicios de salud, indicó.
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